Mentoring: mi primera vez

No sé si ya os he comentado que tuve la suerte mentorizar a Andrés, recién graduado en Química y en busca activa de empleo. Gracias al CIXUG y a su programa Xuventude Mentoring pude orientarlo durante el mes de febrero  en su desembarco en el mundo profesional.

La experiencia fue maravillosa y su implicación total. Durante esas cuatro semanas me dio tiempo a corroborar que el sistema educativo actual no prepara profesionales sino académicos que hablan el mismo idioma, pero distinto lenguaje. Los profesores en su mayoría, desconocen las necesidades empresariales y carecen de experiencia en el ámbito privado. Por lo tanto, con estos  ingredientes es verdaderamente poder cocinar algo que realmente aporte valor.

Las notas académica de Andrés manifiestan unos conocimientos profundos, pero nuestras reuniones denotaron una ignorancia casi absoluta de lo que las organizaciones buscan en estos tiempos. Primamos las habilidades blandas sobre las duras y el talento sobre el expediente académico. Y eso fue lo que le intenté hacer ver durante las sesiones. Para eso me apoyé en Fede que se acaba de incorporar con nosotros y en Nadir que es mi mentora.

Diseñemos cuatro sesiones divididas en:

1. Definición de su misión, visión y valores profesionales

2. Objetivos estratégicos que se marca a corto y medio plazo (SMART y FAST)

3. Planes de acción para alcanzar dichos objetivos

4. Kpis de desempeño y revisión de la estrategia

Entre sesión y sesión definimos conceptos que no aparecen en los currículums pero que en las empresas valoramos especialmente como positivos:

- Intra-emprendedores

- Pensamiento Crítico

- Asertividad

- Aportación de valor 

- Mejora Continua

- Formación constante

- Produtividad personal

Andrés ya ha conseguido su primer empleo, obviamente no gracias a mi mentorización, pero estoy seguro que no va a desaprovechar esta oportunidad ya que poseía un elemento que siempre es clave: la motivación.