Las pintas sí importan
Hace poco más de doce años que nació la condenada.... Me cogió en una etapa de mi vida con una cantidad de trabajo descomunal. Como buen emprendedor a los dos días estaba ya trabajando cautivo de mi día a día. Durante todo este tiempo las vacaciones siempre fueron escasas, los fines de semana cortos y los días muy largos. Lo bueno es que tenemos momentos de muchísima calidad emocional que nos ha permitido crear un vínculo muy especial. Pienso que el secreto ha sido que nunca he pensado en ella como una niña sino como una "minipersona".
Pues bien,... Va la tía y me dice:
"- Papá dudo que ropa ponerme el primer día de instituto... Como bien sabes sólo hay una oportunidad de causar una primera buena impresión".
Pensé: ni que estuviera hablando con Gustavo, amigo y Director Comercial que siempre dice lo mismo, pero cuando se saca la corbata se olvida de este mapa mental que tanto predica... Qué buenos momentos hemos pasado sin corbata!!!
"Papá es el primer año en el instituto (cada vez que lo pienso me hago más viejo) y no me conocen, así que durante el primer mes debo causar muy buena impresión... Después, como siempre, ya me pondré ropa cómoda: malla y sudadera".
La verdad es que esa reflexión me hizo pensar que había creado un monstruo... Tuve que tener una conversación seria con ella e intentar hacerle ver que la visión y los valores de las personas deben ir alineadas. Fue una conversación superenriquecedora, de calidad emocional, en la que sus argumentos me en ciertos momentos me sacaron los colores:
"¿Papá entonces porque sólo te pones el traje en las ferias y la primera vez que vas a visitar un cliente?"
Tiré del "Manual de un Padre en Apuros y le solté un convincente: "... Pero no es lo mismo"
Defendí delante de ella que nuestra intención siempre es aportar valor a nuestros clientes y que para eso no es necesario disfrazarnos, solamente ser nosotros mismos.
Pienso que la convencí del todo porque ayer tras pasarse más de una hora testeando el material que con el que se iba a presentar en su primer día de instituto, me soltó:
"- Papá tienes razón,... Estuve pensando que si tuvieras la idea de causar una primera buena impresión además de ponerte la corbata lavarías el coche".
Gestionando con Ilusión
Comentarios
Publicar un comentario