El domingo de la funcionaria hastiada

Hoy quiero inaugurar una línea editorial chunga, pero chunga de verdad... Sabes que si cruzas  la raya de lo políticamente correcto corres el riesgo de convertirte en el centro de la diana, pero son riesgos que creo que valen la pena asumir, y más si te ayudan a explicar la importancia de la cultura de empresa y como está íntimamente relacionada con los resultados de la misma.

Imagínate una funcionaria que no comparte la misión de su empresa, entiende el servicio público como una oportunidad de "servir" a la sociedad y como procede del sector privado, no comprende como su rendimiento no se valore de acuerdo a resultados. 

Cuando se incorporó a la función pública lo hizo con la misma ilusión que un niño el día de Reyes, pero muy pronto se percató que la tarea no iba a ser sencilla. Resulta muy complicado luchar contra  molinos, por lo que poco se fue adaptando al guión que le habían marcado, pero sin perder su esencia, y sobre todo, reconociendo en todo momento que su productividad se encuentra limitada por la cultura de su empresa.

Pero no se rindió, y como jefa intentó introducir novedosas técnicas de trabajo que la alejaran de la mediocridad y ser más eficientes con el mismo esfuerzo que para muchos era innegociable:

- Paneles Kanban para controlar el flujo de trabajo y la comunicación entre turnos y compañeros.

- Gestión Visual en el control de stock de papelería.

- ...

Aún así su equipo seguía poco receptivo al cambio, incluso entendiendo las mejoras que estas herramientas significaban. La cultura de la empresa está muy arraigada en la organización.

Pero esto que seguramente que la mayoría que estáis leyendo esta historia concordais que es así, también sucede en la empresa privada. Siempre pongo el mismo ejemplo:

Si una persona mañana se incorpora al equipo comercial y nadie le dice nada sobre su atuendo, va y se presenta a trabajar en traje y corbata. Si cuando llega ve que todos van en camisa y vaqueros, al día siguiente él también irá en camisa y vaqueros. Pues lo mismo sucede si te incorporas a la planta de producción y ves que los más antiguos en la empresa son los primeros en no cumplir los estándares... En estos casos la cultura de la empresa determina nuestros comportamientos en la mayor parte de los casos... Salvo rara excepción como la de la funcionaria hastiada que continúa luchando contra los molinos fiel a su personalidad.